Agencia de Community Manager
Con un entorno tan competido, cada día que pasa es más difícil vender.
Y más caro, ya que una de las soluciones suele ser tirar de anuncios.
Pero todo tiene solución en esta vida.
¿Quieres saber cuál? Sigue leyendo.
¿Te imaginas tener un ejército de seguidores, fieles a tu marca, atentos a tus comunicaciones, que no solo te compran, sino que lo hacen de forma recurrente, y además te recomiendan a otros?
Pues ese ejército tiene nombre y apellidos.
Se llama comunidad. Y vamos a crear la tuya.
¿Quieres saber cómo? Rellena esto:
Beneficios de contratar una agencia Community manager
Si no tienes comunidad, las visitas que atraigas, puede que se vayan para no volver.
Con lo difícil que es traerlas, no te puedes permitir perderlas.
Y las ventas son como las relaciones, puede que no confíen en ti a la primera.
Por eso es necesario tener una segunda oportunidad para impactar.
Y eso solo puedes hacerlo creando una comunidad.
Una comunidad que te vea una y otra vez, que te admire, que se interese y que te compre.
Y no solo eso. Que te compre mucho. Y te recomiende a otros.
Ya están con nosotros:
Agencia Community manager: nuestro método
Estrategia inicial
En esta primera fase te toca trabajar a ti. Cuéntanos todo sobre tu negocio: objetivos, situación actual y acciones implementadas. A partir de aquí, elaboraremos juntos la estrategia a seguir.
Selección de redes
Cada negocio es un mundo. En función de la información que nos des, te recomendamos trabajar la red social donde se encuentre tu público potencial.
Planificación de contenidos
Nos ponemos a trabajar: llegó la hora de planificar lo que vamos a publicar, cómo y cuándo. Todo en base a nuestra estrategia.
Publicación de contenidos
Teniendo en cuenta nuestra planificación de los mismos.
Análisis de resultados
Para localizar puntos de mejora, mediremos todos los resultados. A partir de ahí, el proceso se va optimizando de acuerdo a lo que mejor funcione para nuestra audiencia.
Implementación de mejoras
Según los datos de nuestro análisis, eliminamos lo que no funciona y potenciamos lo que sí. Así de simple.